miércoles, 12 de marzo de 2008

Mujer y Deporte (2)

A los autores de este blog nos gustaria que leyerais el comentario realizado por nuestra compañera Ana Frias acerca del tema Mujer y Deporte. Aqui lo teneis.

OPINIÓN DE ANA FRIAS
Nos encontramos inmersos en una sociedad cambiante, en la cual la diferencia de sexos, aunque nos cueste reconocerlo está todavía presente y no se valora de igual modo a la mujer que al hombre.
Siempre por tradición y cultura, el sexo femenino ha estado discriminado y relegado a un segundo plano, siendo inferior en prácticamente todos los ámbitos sociales: educación, trabajo, derechos, salarios…por lo que este “machismo” también ha hecho mella en el deporte.
Está demostrado que existen diferencias biológicas entre ambos sexos, los hombres poseen mas desarrollada la fuerza y la velocidad, y en cambio las mujeres tienen mas desarrollada la flexibilidad, pero estas diferencias genéticas, no son excusa para que se hallen exentas de la práctica deportiva, que afortunadamente así no es hoy en día pero un pasado no muy lejano si lo fue.

Adentrándonos en el marco del deporte, hay que decir que el sexo femenino ha estado claramente apartado, esto es debido a que la actividad física ha tenido siempre un carácter masculino, y únicamente podía desarrollar las capacidades físicas de estos ya que la mujer “sexo débil” llamado por muchos en forma de mofa, tenia que quedarse en casa en los cuidados de ésta y a su vez estar pendiente de las necesidades de los hijos, por todo eso ella misma se llegaba a creer no apta para la práctica deportiva.
Este propio sentimiento de inferioridad que tenia la mujer se debe en gran parte a la educación sexista que siempre se ha imperado, un ejemplo muy significativo los tenemos en de la educación física escolar, hace 35 años, mientras que mi padre tenia su clase de gimnasia única para el sexo masculino, mi madre dedicaba esa hora para labores (aprender a coser, bordar, manualidades...).
Hoy en día, podemos disfrutar de clases de educación física tanto mujeres como hombres, debido a la coeducación, un abanico de prácticas organizadas en conjunto, un currículum anexo y unos cambios pedagógicos, con el objetivo de reunir a los sexos bajo condiciones que son siempre sensibles a las predisposiciones (habilidades, fuerza física, actitudes culturales y expectativas) que tan fácilmente pueden separar a niños y niñas.

Por otro lado hay que decir que el deporte por si mismo NO es discriminatorio y NO tienen sexo, quien ejerce esa discriminación o esa separación entre deportes masculinos y femeninos es la sociedad y a su vez la larga tradición histórica hacia el mismo. Siempre se han clasificado deportes como fútbol, rugby, judo... para el sexo masculino y patinaje, gimnasia rítmica, sincronizada... para el sexo femenino, esto es un error hacer una clasificación tan primitiva, ya que el deporte a practicar que se elige se realiza de forma libre y sin coartaciones por el sexo. Aunque también hay que decir, que es mas común ver a mujeres realizando actividades deportivas que tradicionalmente se han entendido como “masculinas” y menos usual observar a hombres realizando actividades que tradicionalmente se han asociado con lo “femenino” y esto se debe a la supervivencia del “ hombre macho”.

Para finalizar haré alusión a que en el deporte de Rendimiento SI que hay una discriminación entre sexos y uno de los culpables son los medios de comunicación porque “DEPORTE ESPECTÁCULO”es tanto practicado por hombres como por mujeres, y el sexo femenino en éste ámbito está fuertemente excluido ¿es que las mujeres no se entrenan, no se esfuerzan, no compiten, no luchan, no se superan por la obtención de unas mejores marcas y un mejor rendimiento? Pelean justamente por lo mismo que lo hacen los deportistas masculinos, por lo tanto hay que reconocerles el esfuerzo y los logros a ambos sexos por igual.

2 comentarios:

nolmar dijo...

Concienzudo y razonable punto de vista y compartido por otros muchos el llevado acabo por Ana Frias, en donde nos muestra la discriminación latente que se realiza en determinadas áreas del deporte, justificando adecuadamente las causas que lo llevan a término.

La existencia de determinadas caraterísticas anatmomo-fisiológicas han llevado a que la mujer y el hombre tengan deteminadas condiciones físicas que el otro sexo no posee, así pues en la actualidad exsite una especie de limitación o reticencia deportiva por parte de hombres y mujeres en los deportes consagrados como de hombres (fútbol, fuerza y velocidad) y mujeres (gimnasia artística, flexibilidad).

A lo que hace referencia Ana Frias y de forma acertada es que las meras diferencias anatomo-fisológicas no pueden conducir a la exclusión de los deportes hacia las mujeres como ocurría no hace mucho tiempo. Actualmente las tornas han cambiado en el sentido que existen más mujeres que practican deportes tradicionalmente constituidos como masculinos que hombres practican deportes constituidos como femeninos.

Por último decir que las causas de la presente discriminación en cuanto a la falta de énfasis de las mujeres en el deporte espectáculo y la "restricción" en cuanto a la participación deportiva es debido a un orígen social en el que el hombre se dedicaba a traer el dinero a casa y la mujer se dedicaba a las tareas domésticas, reprimimiéndole la educación, trabajo, derechos, salarios, etc...

Por Noel Olcina Martínez

Anónimo dijo...

Cierto es que patrones y acervos culturales indican un papel masculino y uno femenino diferenciados y pautados según épocas, usos y costumbres, sin embargo el ser mujer, puede atribuirse, por una parte, al sexo biológico pero también por otra, a la identidad femenina con el rol que la sociedad espera quiera desempeñar.

Los estereotipos y patrones culturales marcan ya una condicionante respecto a las niñas desde la infancia más temprana; estos tratos diferenciados, (ejercidos por quienes son los responsables de la socialización: padres, docentes, entrenadores), hacen que se vayan cultivando las identidades tanto en las niñas, como también en los niños.

Por esto, se espera de las mujeres una diferencia en cuanto a rendimiento, expectativas de éxitos, menor aptitud para la agonística, la competencia, el entrenamiento, mayor aptitud para la creatividad e intelectualidad, la sensibilidad. Estos patrones hacen que la identidad de la niña se desarrolle bajo esas pautas, y aunque con la modernidad han ido perdiendo poder, aún hoy influyen en la elección, predisposición, interés, actitud frente al deporte. Es decir: la mujer representa para el deporte, no lo que ella pueda desempeñar como atleta o simple practicante, sino lo que, por lo regular, la sociedad espera de ella sobre la base de un modelo preconcebido de comportamiento.

El rendimiento deportivo está marcado no sólo por las diferencias biológicas, sino que se incrementan con las diferencias psicológicas, sociológicas y culturales vivenciadas por las mujeres, marcadas y reglamentadas por la sociedad con pautas diferenciadas para hombres y mujeres.

El deporte como tal, siempre ha valorado el éxito, el mejor, el campeón. La medición exacta de tiempos y marcas, el rendimiento máximo, el entrenamiento para la búsqueda del mejor resultado y todas las ciencias aplicadas trabajan en pos de ello. Ese es el espíritu del deporte: más rápido, más alto, más fuerte.

Lo que se debería analizar es lo siguiente: si las mujeres que se acercan a la práctica deportiva lo hacen por estar de acuerdo con esos valores y modelos que se cultivan alrededor de las competencias, ó si la búsqueda del éxito del mejor tiene valor dentro de la nueva identidad femenina que no deja de mutar acorde avanzan los tiempos.


El deporte de competitivo debe ser considerado como una actividad entre las demás, en la que la mujer pueda desarrollarse al igual que los hombres, como en la política, las ciencias, y todas las demás actividades, con igualdad de oportunidades para lograr los mejores resultados. Y la imagen de los deportistas debe ser eso simplemente: un o una deportista que intenta lograr lo mejor de sí mismo, al igual que la mayoría de los seres humanos en lo que hemos elegido.

Comentado realizado por:
Alfredo Alandes Alfonso